Resumen

La agricultura ecológica en Mallorca ha ido ganando terreno a lo largo de los años, impulsada por una creciente concienciación sobre la importancia de las prácticas agrícolas sostenibles. Con una parte significativa de la superficie agrícola de la isla dedicada ya a la agricultura ecológica, Mallorca tiene potencial para convertirse en un modelo de transformación agrícola. Ante los retos que plantea el cambio climático y la necesidad de encontrar soluciones basadas en la naturaleza, ha surgido un proyecto único: la creación de un vivero de encinas injertadas con variedades de bellota dulce. Esta innovadora iniciativa no sólo responde a las preocupaciones medioambientales, sino que también ofrece nuevas oportunidades económicas a los agricultores de la isla.

 

Problemática

Mallorca, como muchas regiones mediterráneas, se enfrenta a las consecuencias del cambio climático, como el aumento de las temperaturas y la escasez de agua. Estos factores han provocado el declive de cultivos tradicionales como el almendro, dejando el paisaje agrícola necesitado de adaptación. Además, la encina, un árbol resistente y bien adaptado al clima mediterráneo, ha permanecido infrautilizado e inexplorado en cuanto a su potencial agrícola. Además, la rica biodiversidad de variedades de encina de bellota dulce exclusivas de Mallorca corre el riesgo de perderse, quedando estos valiosos árboles a menudo relegados a la alimentación de animales.

 

Colaboración

Para hacer frente a estos retos, Mallorca Preservation apoya activamente la Associació de Varietats Locals, que ha iniciado un proyecto para establecer un vivero de encinas injertadas con variedades de bellota dulce. Mediante el injerto de encinas jóvenes con estas variedades de bellota dulce, el proyecto pretende promover su uso agrícola y crear un paisaje que recuerde a la dehesa tradicional, integrando los árboles con los campos de cultivo. Esta integración ofrece múltiples beneficios, como proporcionar sombra a los animales, secuestrar dióxido de carbono atmosférico y permitir a los agricultores utilizar los frutos de estos árboles, como se ha hecho con éxito con la algarroba en los últimos años.

 

Objetivos

• Preservar la biodiversidad de encinas de bellota dulce únicas en Mallorca.
• Establecer un paisaje que recuerde a la dehesa tradicional, integrando encinas con campos de cultivo.
• Capturar CO2 mediante la plantación y el mantenimiento de encinas.
• Aumentar la diversidad de árboles en las zonas agrícolas, facilitando el control de plagas y la resistencia de los ecosistemas.
• Crear oportunidades económicas mediante la utilización de bellotas dulces para diversos productos y la promoción de su valor nutritivo.
• Implicar y educar a los voluntarios, concienciándolos sobre la conservación de la biodiversidad.
• Aumentar la visibilidad y el reconocimiento de la gran biodiversidad de Mallorca.
• Formar a técnicos en las distintas técnicas especializadas de injerto de encinas, asegurando la continuidad y expansión del proyecto.